domingo, 20 de noviembre de 2011

ODONTOLOGIA EN LA TERCERA EDAD

El cuidado estomatológico a la tercera edad en este momento ha tomado sumo interés y se le está dedicando  mayor tiempo.
Para la atención a estos pacientes, el odontólogo debe tener un profundo conocimiento de los aspectos biológicos.
Por la sensible disminución de los mecanismos de adaptación y regeneración hística.
Los individuos de edad avanzada requieren un enfoque diferente.
 Tratamientos modificados y conocimiento de cómo los cambios hísticos dependientes de la vejez afectan los servicios de sanidad bucal.
Muchos de estos cambios,  que en un tiempo se consideraron naturales y asociados con la vejez, en realidad son procesos patológicos específicos.
El dentista y el médico no pueden alterar los efectos de la edad, pero sí ayudar al paciente a ajustarse a los cambios físicos que se producen en su organismo.
En la salud general del anciano, influye mucho la cavidad bucal.
ya que ésta tiene utilidad en el lenguaje, en la masticación y apariencia física, y por ende, en su autoestima.
El odontólogo debe discernir si las quejas del anciano obedecen a transformaciones naturales.
 O se deben a procesos patológicos debidos a: desnutrición, problemas endocrinos, etcétera.


Tiene particular importancia en el individuo de edad avanzada un inventario y una estimación cuidadosa y detallada del estado de salud.

La historia clínica y examen incluirán las enfermedades pretéritas y actuales, y las experiencias dentales sufridas.

Resulta vital conocer la naturaleza exacta de todos los medicamentos que está tomando; datos que deben considerarse al plantear el tratamiento.

 Además se debe prestar particular atención al examen de los ganglios linfáticos, suelo de la boca, lengua y orofaringe.

También la transformación creciente de los huesos del anciano debe tenerse presente al interpretar las radiografías.

Entre algunas de las principales enfermedades sistémicas que pueden tener efectos locales en la boca, figuran:

Diabetes:
Aproximadamente la padece entre el 15 - 20 % de la población mayor de 65 años y por orden de prevalencia es la sexta enfermedad crónica más frecuente.

 Los diabéticos que no están compensados tienen más afecciones severas de la cavidad bucal; en tanto que los compensados tienen la misma frecuencia que los no diabéticos.
La manifestación más común en los diabéticos es la enfermedad periodontal.
Parece que tiene relación directa con la alteración en la función de los neutrófilos.

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